Envejecer es un proceso natural, inevitable. Pero verse como uno desea es una elección. Hoy en día, contamos con herramientas médicas avanzadas que nos permiten envejecer con elegancia, sin perder la esencia de nuestro rostro. Una de las más efectivas es la ritidectomía, un procedimiento quirúrgico diseñado para rejuvenecer el rostro de forma armónica, natural y duradera.
Como cirujano plástico especializado, he podido comprobar que la ritidectomía, también conocida como lifting facial, no solo mejora el aspecto externo, sino que transforma profundamente la manera en la que una persona se percibe a sí misma. Cuando está bien realizada, no se nota… pero se siente: devuelve firmeza, suaviza los signos del envejecimiento y respeta por completo la identidad facial del paciente.
A lo largo de este blog compartiré contigo todo lo que necesitas saber sobre este procedimiento: qué es, a quién va dirigido, cuáles son sus verdaderos beneficios, qué lo diferencia de otros tratamientos y, sobre todo, por qué se ha convertido en una de las intervenciones más confiables para quienes buscan resultados reales y duraderos.
Te invito a seguir leyendo. Tener información clara y profesional es el primer paso para tomar decisiones acertadas sobre tu rostro y tu bienestar.
¿ritidectomía que es y por qué es más que un simple lifting facial?
Cuando hablamos de ritidectomía, nos referimos a un procedimiento quirúrgico cuyo propósito es rejuvenecer el rostro corrigiendo los signos visibles del envejecimiento. Esto se logra mediante el reposicionamiento de los tejidos profundos, la eliminación del exceso de piel y la restauración de los contornos naturales del rostro. No se trata de «estirar la piel», como muchos aún creen, sino de devolver estructura y firmeza de manera armónica.
Reposicionar, no rellenar: el objetivo real de esta cirugía
Uno de los errores más comunes que veo en pacientes que llegan a consulta es pensar que este procedimiento se basa únicamente en “tirar de la piel”. Nada más lejos de la realidad. El objetivo principal de la ritidectomía es reposicionar los tejidos profundos del rostro, como la musculatura facial (SMAS) que han descendido con el paso del tiempo, devolviendo así los contornos juveniles sin alterar la expresión natural.
Este enfoque permite lograr resultados mucho más duraderos y estéticamente equilibrados, en comparación con procedimientos que actúan solo a nivel superficial.
Lo que no es una ritidectomía: aclarando conceptos
Es importante dejar claro que una ritidectomía no es un tratamiento con bótox, hilos tensores ni rellenos faciales. Estos procedimientos, aunque útiles en ciertas etapas del envejecimiento, tienen un efecto limitado y temporal. En cambio, la ritidectomía actúa de forma profunda y estructural, ofreciendo una transformación completa y natural que puede durar entre 8 y 12 años, dependiendo de cada paciente.
No se trata de cambiar el rostro, sino de recuperar su forma original. La técnica quirúrgica correcta permite que el resultado se vea fresco, descansado y armónico, sin señales evidentes de haber pasado por el quirófano.
¿Cómo se perciben los resultados?
Uno de los mayores logros de una buena ritidectomía es que el rostro no se ve operado. La piel no se nota tensa, ni artificial. Al contrario, se recupera la definición del óvalo facial, la línea mandibular y el cuello, y se suavizan los surcos marcados sin borrar la expresión emocional del paciente.
Muchas veces, lo que los demás notan es que “te ves bien”, “descansado” o “más joven”, sin poder identificar con certeza qué ha cambiado. Y ese es justamente el objetivo.
¿Qué zonas del rostro trata la ritidectomía?
Cuando realizo una ritidectomía, no me enfoco únicamente en “quitar arrugas” superficiales. El verdadero objetivo es restaurar la estructura del rostro a nivel profundo, interviniendo zonas clave que se ven afectadas por el envejecimiento natural. Este enfoque permite lograr un resultado duradero, equilibrado y, sobre todo, natural.
Zonas más comunes tratadas con ritidectomía
Zona del rostro | Descripción del envejecimiento | Corrección con ritidectomía |
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Tercio medio del rostro | El descenso de los pómulos y la pérdida de firmeza en las mejillas generan una expresión cansada y pérdida de volumen. | Se reposicionan los tejidos profundos, recuperando la proyección del pómulo y suavizando los surcos nasogenianos, logrando un rostro más fresco y juvenil. |
Línea mandibular y papada | La pérdida de definición en la mandíbula y la formación de papada son signos comunes del envejecimiento facial. | Se redefine el óvalo facial tensando los músculos y retirando el exceso de piel, mejorando el contorno de la cara y el perfil de forma armónica. |
Cuello | Bandas musculares marcadas, piel flácida y acumulación de grasa submentoniana delatan la edad, incluso antes que el rostro. | Se tratan todas estas alteraciones en una sola intervención, logrando una transición estética natural entre el rostro y el cuello, sin contrastes artificiales. |
Armonía facial: el verdadero propósito de esta cirugía
Un error común es pensar que la ritidectomía consiste en tensar la piel para eliminar arrugas. En realidad, se trata de restaurar la armonía facial. Esto implica analizar el rostro en su conjunto y trabajar de forma equilibrada cada área, respetando sus proporciones y características únicas.
No todos los pacientes necesitan el mismo grado de intervención ni en las mismas zonas. Por eso, cada procedimiento debe ser totalmente personalizado. La armonía no se logra con exceso de tensión, sino con precisión técnica, buen juicio estético y una planificación adecuada.
Ritidectomía completa vs. segmentada: ¿cuál es la mejor opción?
Ritidectomía completa
Cuando el envejecimiento es más avanzado o compromete varias zonas del rostro, se recomienda una ritidectomía completa. Este abordaje permite tratar el tercio medio, la línea mandibular y el cuello en una sola cirugía. Es ideal para quienes buscan una transformación integral y duradera.
Ritidectomía segmentada
En pacientes más jóvenes, o con signos localizados de envejecimiento, puede optarse por una ritidectomía segmentada. Esto significa intervenir solo una parte del rostro, como el cuello o el tercio medio, dependiendo de las necesidades individuales. Es una excelente opción cuando se busca un resultado natural sin modificar el resto de las estructuras faciales.
Ritidectomía frontal
La ritidectomía frontal, también conocida como lifting de frente o de tercio superior, está indicada cuando hay caída de cejas, arrugas marcadas en la frente o exceso de piel en la región superior del rostro. Aunque no es parte del lifting facial tradicional, puede combinarse con la ritidectomía para lograr un rejuvenecimiento completo. Siempre evalúo si su inclusión es necesaria según cada caso.
¿Qué factores determinan si una persona es candidata para una ritidectomía?
Uno de los aspectos más importantes de mi trabajo como cirujano plástico es determinar si la ritidectomía es realmente la opción adecuada para cada paciente. No todas las personas que desean un cambio facial profundo necesitan una cirugía, y tampoco todos los rostros envejecen de la misma manera. Por eso, la evaluación debe ser completa, honesta y profesional.
Evaluación médica: más allá del rostro
Cuando una persona llega a mi consulta interesada en una ritidectomía, el primer paso es realizar una evaluación médica integral. Esto incluye revisar su estado de salud general, antecedentes clínicos, consumo de medicamentos, hábitos como el tabaquismo, y especialmente, la calidad y elasticidad de la piel.
Una piel con buena tonicidad y una estructura ósea bien definida suele responder mejor a este tipo de intervención.

Expectativas realistas: un punto clave en cualquier cirugía estética
En mi experiencia, el éxito de una ritidectomía no depende solo de la técnica quirúrgica, sino también de la actitud del paciente. Es fundamental que exista una expectativa realista sobre lo que puede lograrse con la cirugía. La intervención no detiene el envejecimiento, pero sí puede devolver hasta una década de juventud visible, sin transformar el rostro ni alterar su identidad.
Mi objetivo siempre es lograr un resultado que refleje frescura, naturalidad y armonía, no una imagen artificial o exagerada.
Agenda tu cita de valoraciónLa primera consulta: qué observamos los cirujanos
Durante la primera consulta, analizo detalladamente las proporciones faciales, la movilidad de los tejidos, la distribución del volumen y la presencia de flacidez. También converso con el paciente para entender qué lo motiva a considerar una ritidectomía, cómo se percibe y qué resultados espera.
Este encuentro inicial es esencial para establecer una relación de confianza, y para definir si estamos ante un buen candidato quirúrgico.
¿Existe una edad ideal?
No hay una edad exacta para realizarse una ritidectomía. Lo que realmente determina el momento adecuado es el grado de envejecimiento facial. Hay pacientes de 45 años que presentan un envejecimiento avanzado y pacientes de 60 años con rasgos muy conservados.
Generalmente, la mayoría de los candidatos ideales se encuentran entre los 45 y 65 años, pero lo más importante es evaluar cada caso de forma individual. La cirugía debe hacerse cuando el paciente lo necesita y está preparado, no por cumplir una edad.
Enfoques técnicos avanzados: la ritidectomía

En el pasado, las cirugías faciales se caracterizaban por resultados muy notorios: piel tirante, rostros inexpresivos y cambios que no pasaban desapercibidos. Afortunadamente, hoy en día hemos dejado atrás esa visión.
Gracias a los avances en técnica y tecnología, la ritidectomía moderna nos permite rejuvenecer el rostro sin borrar su esencia, obteniendo resultados que son visibles en frescura y armonía, pero imperceptibles como cirugía.
La técnica SMAS: clave para resultados duraderos y naturales
Una de las bases fundamentales de una buena ritidectomía es el tratamiento del sistema músculo-aponeurótico superficial (SMAS). Esta estructura interna sostiene la piel y los músculos del rostro, y es la responsable de muchos de los cambios visibles del envejecimiento.
En lugar de estirar únicamente la piel, lo que realizo en el quirófano es reposicionar el SMAS, lo que permite:
- Corregir la flacidez de forma profunda.
- Evitar tensión superficial que genera rostros artificiales.
- Obtener resultados estables que perduran en el tiempo.
Tecnología y microcirugía: cicatrices más discretas y recuperación más cómoda
El uso de técnicas microquirúrgicas y herramientas de alta precisión me permite realizar incisiones más controladas y estratégicamente ubicadas, lo que se traduce en:
- Cicatrices casi invisibles.
- Menor inflamación y tiempo de recuperación.
- Mayor seguridad durante el procedimiento.
Además, el trabajo meticuloso en el quirófano evita daños innecesarios a estructuras nerviosas, lo que reduce al mínimo el riesgo de efectos secundarios.
Enfoque individualizado: cada rostro es único y merece su propio plan quirúrgico
Algo que siempre transmito a mis pacientes es que no existe una única forma de hacer una ritidectomía. Cada rostro tiene una historia, una anatomía y unas necesidades particulares. Por eso, mi enfoque es completamente personalizado.
Antes de cada cirugía, estudio la forma facial, los vectores de envejecimiento, la proporción entre tercio medio e inferior, y la elasticidad de la piel. Todo esto me permite diseñar un plan quirúrgico hecho a medida, con resultados coherentes y funcionales.
El objetivo no es transformar un rostro, sino devolverle su mejor versión, esa que el tiempo fue desdibujando poco a poco.
Ritidectomía y blefaroplastia
La ritidectomía y la blefaroplastia son procedimientos que suelen combinarse cuando el envejecimiento afecta tanto la zona media e inferior del rostro como los párpados. Mientras la ritidectomía mejora mejillas, mandíbula y cuello, la blefaroplastia elimina el exceso de piel y bolsas en los párpados. Juntas, ofrecen un rejuvenecimiento facial integral, siempre con un enfoque armónico y natural.
Ritidectomía vs. otros tratamientos antienvejecimiento: lo que debes saber
En consulta, muchas personas me preguntan si pueden evitar la cirugía con tratamientos como bótox, rellenos o láser. Y aunque cada técnica tiene su utilidad, es importante entender que la ritidectomía ofrece un tipo de rejuvenecimiento diferente: más profundo, estructural y duradero.
Diferencias entre la ritidectomía y los tratamientos no quirúrgicos
Tratamiento | Descripción y efecto |
---|---|
Hilos tensores | Opción para casos leves de flacidez. Generan una tracción sutil y estimulan colágeno, pero su efecto es temporal y no reposicionan estructuras profundas. |
Bótox | Relaja los músculos faciales para suavizar arrugas dinámicas (frente, entrecejo). No elimina flacidez ni trata el descolgamiento. Es útil como complemento, no como sustituto de una ritidectomía. |
Ácido hialurónico | Relleno dérmico que aporta volumen en zonas específicas como pómulos o surcos. Mejora proporciones, pero no tensa ni reposiciona tejidos caídos. |
Láseres y radiofrecuencia | Mejoran la textura y calidad de la piel estimulando colágeno superficial. Su efecto es preventivo o complementario, pero no corrigen flacidez profunda ni reposicionan estructuras. |
¿Cuándo optar por cirugía y cuándo por tratamientos no invasivos?
La elección depende del grado de envejecimiento, los objetivos del paciente y la evaluación médica.
- En pacientes jóvenes, con signos iniciales, los tratamientos no invasivos pueden ser suficientes.
- En pacientes con flacidez marcada, pérdida de contorno y arrugas profundas, la ritidectomía es el tratamiento indicado.
- A veces, la mejor opción es una combinación estratégica, adaptada a cada rostro.
Mi visión sobre los tratamientos combinados
En mi práctica, no creo en soluciones aisladas. El rostro envejece de manera tridimensional, y por eso, muchas veces combino técnicas quirúrgicas con tratamientos estéticos.
Después de una ritidectomía, por ejemplo, podemos trabajar la textura de la piel con láser, definir pómulos con ácido hialurónico o suavizar gestos con bótox. Lo importante es respetar la armonía y la naturalidad.
Cada caso es único. Por eso, mi enfoque siempre es personalizado y progresivo, pensando no solo en el resultado inmediato, sino en el envejecimiento futuro del rostro.
Duración y sostenibilidad de los resultados: ¿cuánto dura una ritidectomía?
Una de las principales ventajas de la ritidectomía es que no ofrece un cambio pasajero, sino un resultado duradero y estable en el tiempo. Pero, como todo en medicina, la duración dependerá de diversos factores que analizamos a continuación.
Factores que influyen en la duración del resultado
Factor | Descripción |
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Genética y tipo de piel | La genética influye en la velocidad con la que envejecemos. Pieles más gruesas y firmes tienden a conservar mejor los resultados. También es clave la calidad de los tejidos profundos, que afecta cómo se comportarán músculos y grasa facial a lo largo del tiempo. |
Hábitos de vida | El envejecimiento no se detiene con la cirugía. Hábitos como fumar, exponerse al sol sin protección, una mala alimentación o el estrés crónico aceleran el deterioro de los tejidos y reducen la duración de los resultados. |
Técnica quirúrgica | Una ritidectomía bien ejecutada, con abordaje profundo (SMAS), puede ofrecer resultados que duran entre 8 y 12 años. La técnica correcta es clave para que el rejuvenecimiento se mantenga en el tiempo, acompañando el envejecimiento natural del rostro desde una base más firme y juvenil. |
¿Cuántos años rejuvenece realmente?
En general, el efecto de una ritidectomía puede equivaler a un rejuvenecimiento visible de 10 a 15 años, dependiendo de la edad y el estado del rostro antes de la intervención.
Lo más notable es que el rostro no vuelve a su punto de partida: aún después de una década, muchos pacientes lucen más jóvenes de lo que lucirían si no se hubieran realizado la cirugía.
¿Debo repetir la cirugía en el futuro?
No es obligatorio repetir una ritidectomía, pero algunos pacientes deciden hacerse una segunda intervención pasados 10 o 15 años, cuando los signos del tiempo vuelven a marcarse. Esta decisión se basa en:
- El deseo del paciente.
- La evolución del envejecimiento.
- La calidad del resultado anterior.
Consejos para prolongar los resultados
En mis consultas postoperatorias, siempre recomiendo:
- Evitar el tabaco y protegerse del sol diariamente.
- Mantener una rutina de cuidado facial adecuada.
- Dormir bien y manejar el estrés.
- Realizar tratamientos de mantenimiento (como láser o bioestimulación) si están indicados.
Una ritidectomía no es solo una cirugía, es una inversión en tu imagen y bienestar a largo plazo. Con los cuidados adecuados, sus resultados pueden acompañarte durante muchos años, permitiéndote verte como realmente te sientes por dentro.
Seguridad y riesgos reales: una mirada transparente al procedimiento
Como cirujano plástico, uno de mis compromisos fundamentales es hablar con total claridad sobre los riesgos y beneficios de la ritidectomía. Toda intervención quirúrgica, por más avanzada y controlada que sea, conlleva ciertos riesgos. Sin embargo, cuando se realiza bajo estándares médicos rigurosos y por profesionales capacitados, esos riesgos se minimizan notablemente.
¿Qué complicaciones pueden existir? | |
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Complicaciones posibles |
– Hematomas postoperatorios – Inflamación prolongada – Sensibilidad reducida temporal – Cicatrización irregular (raro) – Infecciones (muy poco frecuentes) |
Manejo médico | Todas estas complicaciones tienen un manejo médico claro. En mi práctica, actuamos de forma inmediata para evitar consecuencias. La prevención comienza desde la evaluación inicial y se mantiene en cada etapa del seguimiento postoperatorio. |
¿Qué garantiza la seguridad de un procedimiento quirúrgico? | |
Instalaciones certificadas | Realizo las cirugías en quirófanos acreditados, con tecnología avanzada y estándares internacionales de seguridad. |
Protocolos estrictos | Seguimos normas de bioseguridad, anestesia y control quirúrgico, lo que minimiza riesgos en todas las fases. |
Equipo calificado | Cuento con anestesiólogos y personal médico especializado en cirugía plástica facial. |
Plan personalizado | Cada paciente tiene un protocolo adaptado a su anatomía, edad y salud general, garantizando mayor precisión y seguridad. |
¿Por qué es clave elegir un cirujano calificado? | |
La ritidectomía es una cirugía técnica que requiere formación especializada, criterio estético y profundo conocimiento anatómico. Elegir un cirujano plástico certificado con experiencia en rostro es clave para obtener un resultado exitoso, seguro y natural. |
Te invito siempre a investigar, consultar credenciales y ver casos reales antes de tomar una decisión.
Ritidectomía postoperatorio
El postoperatorio de una ritidectomía es una etapa clave para obtener buenos resultados. En general, los primeros días pueden presentarse inflamación, sensibilidad o hematomas leves, que van disminuyendo progresivamente. En mi consulta, brindo seguimiento cercano desde el primer día, con indicaciones claras y revisiones periódicas para asegurar que la recuperación sea segura, cómoda y sin complicaciones.
Ritidectomía antes y después
Los resultados de una ritidectomía antes y después muestran cambios sutiles pero significativos. Se recupera la firmeza facial, se redefinen los contornos y el rostro se ve más descansado, sin alterar su expresión natural. En consulta, muestro casos reales (con autorización) para que mis pacientes tengan una visión clara y realista del cambio que pueden esperar con una intervención bien planificada.
La decisión de transformar tu rostro: aspectos emocionales y psicológicos
No es un secreto que la imagen facial influye directamente en nuestra autoestima y seguridad personal. Cuando el rostro refleja cansancio, tristeza o edad que no sentimos por dentro, se produce un desajuste emocional que muchas personas viven en silencio.
He visto cómo, tras una ritidectomía, muchos pacientes no solo se sienten más atractivos o jóvenes, sino también más seguros de sí mismos, más conectados con su versión interior, más coherentes entre cómo se ven y cómo se sienten.
Expectativas emocionales antes y después de la cirugía
Antes de la cirugía, es normal tener dudas, ansiedad y una mezcla de ilusión con temor. Parte de mi rol como médico es acompañar emocionalmente este proceso, explicando con claridad cada paso, resolviendo inquietudes y alineando expectativas realistas.
Después de la cirugía, la mayoría de mis pacientes atraviesan un proceso emocional positivo, donde el reflejo en el espejo vuelve a conectar con la vitalidad que sienten internamente. Sin embargo, también es importante tener paciencia con el proceso de recuperación y adaptación.
Acompañamiento humano en cada etapa
Siempre he creído que un buen resultado no se mide solo por el cambio físico, sino por la experiencia emocional del paciente. Por eso, mi equipo y yo ofrecemos un acompañamiento cercano, antes, durante y después de la cirugía, con un enfoque cálido, empático y ético.
Estamos allí para ayudarte a tomar decisiones informadas, y también para apoyarte en lo emocional: desde las dudas previas, hasta el momento en que sonríes frente al espejo y redescubres tu rostro con orgullo.
Ritidectomía precio Colombia
El precio de una ritidectomía en Colombia puede variar según la complejidad del caso, el tipo de técnica utilizada, si se combina con otros procedimientos y la experiencia del cirujano. En mi práctica, cada valoración es personalizada, por lo que el costo se define tras una consulta médica completa. Lo importante no es solo el precio, sino asegurarte de que estés en manos expertas, con instalaciones certificadas y acompañamiento quirúrgico integral.
¿Por qué el Dr. David Delgado es una referencia en ritidectomía facial?
A lo largo de mi carrera, me he especializado en ritidectomía, combinando formación de alto nivel, actualización constante y una visión estética que privilegia lo natural sobre lo artificial. Mi enfoque está centrado en lograr resultados elegantes, armónicos y personalizados. Cuento con un equipo médico altamente calificado y un protocolo de atención que cuida cada detalle: desde una primera consulta honesta y sin presión, hasta un seguimiento postoperatorio cercano.
Quienes me eligen lo hacen porque encuentran profesionalismo, empatía y, sobre todo, resultados que reflejan calidad, criterio y respeto por la identidad facial de cada persona. Si estás considerando una ritidectomía, aquí encontrarás una opción médica confiable, transparente y con estándares que garantizan bienestar.
Preguntas frecuentes sobre la ritidectomía
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¿Qué diferencia hay entre una ritidectomía y un lifting facial?
Ninguna. Ritidectomía es el término médico correcto para lo que comúnmente se conoce como lifting facial. Ambos se refieren al mismo procedimiento quirúrgico, cuyo objetivo es rejuvenecer el rostro reposicionando los tejidos profundos y eliminando el exceso de piel de manera natural y armónica.
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¿A qué edad se recomienda realizar una ritidectomía?
La edad ideal depende del grado de envejecimiento más que de un número específico. En general, la mayoría de mis pacientes tienen entre 45 y 65 años, pero lo más importante es que exista flacidez facial significativa, buena salud general y expectativas realistas. La decisión debe basarse en la evaluación médica personalizada.
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¿Cuánto tiempo duran los resultados de una ritidectomía?
Los resultados pueden durar entre 8 y 12 años, dependiendo de factores como la técnica utilizada, la genética, el estilo de vida del paciente y los cuidados posteriores. Es una cirugía con efectos duraderos, que no detiene el envejecimiento, pero sí lo reinicia desde un punto más juvenil.
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¿Las cicatrices son visibles después del procedimiento?
No. Uno de mis principales enfoques es realizar incisiones estratégicas, siguiendo los pliegues naturales del rostro, como la línea del cabello o detrás de las orejas. Gracias a las técnicas microquirúrgicas modernas, las cicatrices suelen ser mínimas y prácticamente imperceptibles con el tiempo.
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¿La ritidectomía cambia la expresión del rostro?
No debería. Mi objetivo como cirujano es que el rostro del paciente se vea más fresco, firme y descansado, pero sin perder su expresión natural. Una ritidectomía bien realizada no transforma tu identidad, sino que la recupera respetando los rasgos que te hacen único.
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¿Es posible combinar la ritidectomía con otros tratamientos?
Sí, y muchas veces es recomendable. Dependiendo del caso, puedo combinar la ritidectomía con una blefaroplastia (cirugía de párpados), liposucción de papada o tratamientos no quirúrgicos como láser, ácido hialurónico o bótox para mejorar aún más la calidad de la piel y la armonía facial.
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¿Cuál es la diferencia entre ritidectomía completa y segmentada?
La ritidectomía completa trata el tercio medio del rostro, la mandíbula y el cuello. En cambio, la versión segmentada se enfoca solo en una de estas áreas, por ejemplo, únicamente el cuello o la parte media del rostro. La elección depende del grado de envejecimiento y de los objetivos del paciente.
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¿La recuperación es dolorosa?
La mayoría de mis pacientes describen molestias leves o moderadas, pero no dolor intenso. Utilizo técnicas que minimizan el trauma quirúrgico y, con el manejo postoperatorio adecuado, la recuperación es progresiva y bien tolerada. Es normal sentir inflamación o tirantez los primeros días, pero se controla con medicación.
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¿Cómo sé si soy buen candidato para una ritidectomía?
El mejor camino es una evaluación médica personalizada. En consulta, analizo el grado de flacidez, la calidad de la piel, la estructura facial, tu estado general de salud y tus expectativas. Si hay signos visibles de envejecimiento que afectan el contorno facial y buscas una solución profunda, probablemente seas un buen candidato.
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¿Qué me garantiza que el resultado será natural y seguro?
Mi experiencia, la técnica quirúrgica que aplico y la atención personalizada en cada etapa del proceso. Trabajo con criterios estéticos realistas, priorizando la armonía y la seguridad. Además, opero en quirófanos certificados, con un equipo médico especializado, y realizo un seguimiento cercano en el postoperatorio para garantizar que todo evolucione correctamente.