Gluteotransferencia: ¿Cómo mantener tus resultados después de la cirugía?

Gluteotransferencia- Dr. David Delgado

Lograr unos glúteos armónicos, naturales y proporcionados no depende únicamente de la cirugía. Con frecuencia lo explico en consulta: el verdadero éxito de una gluteotransferencia comienza en el quirófano, pero se consolida en el posoperatorio. Por eso, si estás pensando en realizarte este procedimiento o ya pasaste por él entender cómo cuidar tus resultados es la clave para potenciarlos y mantenerlos en el tiempo.

La gluteotransferencia, también conocida como transferencia de grasa o BBL, es un procedimiento en el que utilizo grasa del mismo paciente para remodelar, proyectar y mejorar la forma del glúteo. Esta grasa se obtiene mediante liposucción, se purifica cuidadosamente y luego se injerta en áreas estratégicas para lograr un resultado natural, seguro y personalizado. Sin embargo, a diferencia de un implante, la grasa injertada es tejido vivo que necesita integrarse. Y para que esa integración ocurra, requiere condiciones óptimas que solo pueden lograrse con un cuidado correcto.

la importancia del cuidado postoperatorio en la gluteotransferencia

Siempre lo explico de manera clara: una parte del injerto graso necesita perfusión, estabilidad y protección para sobrevivir. Esto significa que en las primeras semanas se define qué porcentaje del injerto se mantiene y qué parte el cuerpo reabsorberá. De allí la importancia de evitar presiones directas sobre los glúteos, mantener una alimentación adecuada y alejarse de hábitos que puedan interferir con la cicatrización o la oxigenación del tejido.

¿Qué debe hacer un paciente para mantener y potenciar los resultados de una gluteotransferencia?

A lo largo de mi práctica he visto que los mejores resultados los más estéticos, duraderos y naturales provienen de una combinación entre técnica quirúrgica segura y un posoperatorio disciplinado. Las recomendaciones que encontrarás en este blog se basan en evidencia médica, en mi experiencia como cirujano plástico certificado y en los protocolos estrictos que aplico en cada uno de mis procedimientos.

Hábitos indispensables para mejorar el prendimiento del injerto graso

Cuando realizo una gluteotransferencia, siempre le explico a mis pacientes que la cirugía es solo el primer paso. Para que el injerto graso se integre y los resultados de la gluteotransferencia sean estables y armónicos, el cuerpo necesita condiciones ideales: buena nutrición, adecuada oxigenación, mínima inflamación y ausencia de presión directa sobre el área tratada.
A continuación, te detallo los hábitos que, desde mi experiencia, marcan una diferencia real en el prendimiento del injerto.

Dieta balanceada: el pilar del prendimiento adecuado

La grasa que traslado durante una transferencia de grasa glútea es tejido vivo. Para sobrevivir, necesita formar nuevos vasos sanguíneos, recibir oxígeno y disponer de nutrientes suficientes. Si el organismo está en déficit nutricional, el cuerpo prioriza funciones vitales y el injerto puede verse comprometido.

Por eso insisto tanto en una dieta balanceada en el posoperatorio:

  • Una alimentación rica en proteínas favorece los procesos de reparación tisular y cicatrización. Proteínas de origen animal (huevos, pescado, pollo, carnes magras) y vegetal (leguminosas, frutos secos) son fundamentales.
  • Los antioxidantes presentes en frutas y verduras frescas ayudan a modular la inflamación y protegen las células del daño oxidativo.
  • Las grasas saludables (aguacate, aceite de oliva, frutos secos, semillas) participan en la estructura de las membranas celulares y favorecen un entorno metabólico adecuado.
  • Los micronutrientes (vitaminas y minerales) regulan múltiples procesos metabólicos implicados en la cicatrización y la integración del injerto.

En las primeras semanas y meses recomiendo:

  • Realizar comidas fraccionadas, sin pasar muchas horas en ayuno.
  • Incluir en cada comida una fuente de proteína y un acompañamiento de vegetales.
  • Asegurar un buen consumo de agua para mantener una adecuada hidratación.

Una alimentación equilibrada no solo ayuda a que el injerto graso prenda mejor, sino que también contribuye a tu energía, tu recuperación y tu bienestar general.

Lo que se debe evitar: dietas restrictivas y alimentos proinflamatorios

Uno de los errores más frecuentes es pensar que, tras una gluteotransferencia, se debe hacer una dieta muy baja en calorías para “no engordar”. Esto es un mito y puede ser perjudicial.

Las dietas restrictivas y los déficits calóricos severos:

  • Disminuyen la disponibilidad de nutrientes esenciales para el tejido injertado.
  • Aumentan el catabolismo (el cuerpo comienza a utilizar reservas, incluida la grasa), lo que puede afectar el volumen del injerto.
  • Generan estrés metabólico que interfiere en la recuperación.

Por otro lado, los alimentos proinflamatorios, como:

  • Carbohidratos simples (azúcares refinados, bebidas azucaradas, harinas muy procesadas).
  • Productos ultraprocesados, frituras, snacks empacados.

pueden favorecer un estado inflamatorio sistémico que no es ideal para la supervivencia del injerto graso.

También desaconsejo prácticas como:

  • Ayunos extremos en las primeras semanas.
  • Planes “detox” agresivos o dietas de moda sin respaldo médico.

La clave no es comer menos, sino comer mejor. Para mantener los resultados de una gluteotransferencia, se requiere equilibrio, no extremos.

Evitar el alcohol y el cigarrillo para proteger el injerto

En mis recomendaciones siempre soy muy claro: si deseas cuidar tu gluteotransferencia, el alcohol y el cigarrillo deben quedar fuera, especialmente durante el periodo de integración del injerto.

Desde el punto de vista fisiológico:

  • El alcohol incrementa la inflamación, altera el metabolismo hepático y puede interferir con la adecuada cicatrización.
  • El cigarrillo disminuye la oxigenación tisular porque reduce el flujo sanguíneo y la capacidad de transporte de oxígeno. Esto afecta directamente a un tejido que está intentando reconectarse con la circulación local.

Como explico con frecuencia, estos tóxicos pueden “dañar el prendimiento del injerto” y hacer que una parte de la grasa injertada no sobreviva como se esperaba. Por ello, mi recomendación es suspender completamente el cigarrillo y evitar el consumo de alcohol durante el tiempo que te indique en consulta, idealmente extendiendo este hábito saludable a largo plazo.

Protección del área tratada: evitar zonas de presión

La protección mecánica del área glútea es tan importante como la alimentación. La grasa injertada necesita un entorno estable para que los nuevos vasos sanguíneos se formen y se consoliden. La presión directa prolongada sobre los glúteos puede comprimir estos vasos, comprometer la vascularización y disminuir la supervivencia del injerto.

Por eso recomiendo:

  • Evitar sentarse directamente sobre los glúteos durante las primeras semanas. El tiempo exacto lo ajusto de manera individual, pero en general indico que, si es necesario sentarse, se haga por periodos cortos y utilizando apoyo especial.
  • Utilizar cojines tipo BBL, diseñados para descargar el peso sobre los muslos y no sobre el área injertada.
  • Para dormir, prefiero que el paciente lo haga boca abajo o de lado, evitando acostarse boca arriba directamente sobre el injerto mientras se lo indique.
  • Evitar superficies duras o posiciones mantenidas que generen presión localizada en los glúteos.

Estas medidas pueden parecer exigentes al inicio, pero marcan una diferencia importante en la calidad y estabilidad de los resultados de la transferencia de grasa glútea.

Hábitos a mediano y largo plazo para conservar los resultados

Una vez superada la fase inicial de recuperación, el objetivo cambia: ya no solo buscamos que el injerto graso prenda, sino que los resultados de la gluteotransferencia se mantengan en el tiempo. Aquí entran en juego el peso corporal, el ejercicio, el cuidado de la piel y el seguimiento médico.

Sección Descripción Recomendaciones clave
3.1. Mantener un peso estable La grasa injertada responde a los cambios de peso igual que la grasa natural del cuerpo. Variaciones importantes pueden modificar el volumen, la forma y la armonía del resultado final. • Evitar variaciones significativas de peso.
• Mantener una dieta saludable y balanceada.
• Realizar actividad física regular.
• Un peso estable favorece resultados más naturales y duraderos.
3.2. Actividad física adecuada El ejercicio potencia los resultados, pero debe retomarse de forma progresiva respetando los tiempos de cicatrización para no comprometer el injerto graso. Primeras semanas:
• Caminatas suaves y movilización leve.

Fase intermedia:
• Ejercicios enfocados en glúteos (sentadillas controladas, puentes, activación glútea).

Evitar en el primer trimestre:
• Alto impacto.
• Sentadillas profundas con carga excesiva.
• Actividades con golpes o presión directa sobre la zona.

• El plan debe personalizarse según la evolución.
3.3. Cuidado de la piel y cicatrices La calidad de la piel y el aspecto de las cicatrices influyen directamente en el resultado estético global y en la apariencia final del contorno corporal. • Hidratación diaria con productos adecuados.
• Masajes linfáticos para mejorar inflamación y drenaje.
• Cremas o parches específicos para cicatrices, cuando sea indicado.
• Favorece un resultado más pulido, uniforme y natural.
3.4. Controles médicos y seguimiento profesional El acompañamiento posterior es esencial para evaluar la evolución del injerto, ajustar cuidados y asegurar que la recuperación avance adecuadamente. • Asistir a los controles programados.
• Monitorear simetría, textura y adaptación de tejidos.
• Ajustar hábitos de alimentación, ejercicio y cuidado.
• Resolver dudas y optimizar resultados.
• Aumenta la seguridad y estabilidad del resultado final.

Los errores más comunes que comprometen los resultados (y cómo evitarlos)

Quiero dedicar un espacio especial a los errores que con más frecuencia veo en pacientes que consultan después de una gluteotransferencia, ya sea realizada por mí o por otros colegas. Identificarlos y evitarlos es fundamental si deseas mantener y potenciar tus resultados.

Error Descripción Consecuencias
4.1. Creer que el resultado no depende del paciente Pensar que el cirujano es el único responsable del resultado y que la transferencia de grasa glútea es un proceso “automático”. La cirugía requiere disciplina, cuidados y compromiso por parte del paciente. • Resultados menos predecibles.
• Pérdida de volumen del injerto.
• Recuperación más lenta o irregular.
• Alteración de la armonía corporal lograda.
4.2. Sentarse antes de tiempo o no usar la almohada especial Sentarse de manera normal en los primeros días o evitar el cojín BBL por incomodidad genera presión directa sobre el injerto, comprometiendo la microcirculación. • Menor supervivencia del injerto.
• Reducción del volumen obtenido.
• Asimetrías o irregularidades del contorno.
• Posible necesidad de retoques.
4.3. Retomar actividad física intensa demasiado pronto Volver rápido al gimnasio o a ejercicios de alto impacto puede aumentar la inflamación, generar microtraumas e interferir con la integración de la grasa. • Inflamación persistente.
• Daño al tejido injertado.
• Pérdida de volumen.
• Retraso en la cicatrización y resultados menos uniformes.
4.4. Consumir alcohol en el posoperatorio inmediato El alcohol aumenta la inflamación, afecta el metabolismo y puede interactuar negativamente con los medicamentos indicados durante la recuperación. • Disminución de la supervivencia del injerto.
• Mayor inflamación y molestias.
• Riesgo de complicaciones posoperatorias.
• Menor estabilidad del resultado final.
4.5. Creer en mitos comunes
“la grasa se mueve”, “todo se pierde”, “la dieta no influye”
Creer en información incorrecta puede llevar al paciente a prácticas inadecuadas. La grasa injertada no se “mueve”, pero sí cambia de volumen con fluctuaciones de peso. Parte del injerto se reabsorbe y otra parte se integra de manera definitiva si los cuidados son adecuados. • Prácticas equivocadas por desinformación.
• Cambios de volumen por variaciones de peso.
• Expectativas irreales.
• Falta de cuidados esenciales que sí influyen en el resultado.

Cuando un paciente comprende estos puntos y se compromete con su proceso, los resultados de la gluteotransferencia suelen ser mucho más predecibles, naturales y duraderos.

Dr. David Delgado -Cirujano Plástico en Medellín

¿Por qué elegir al Dr. David Delgado para tu gluteotransferencia?

Cuando un paciente decide realizarse una gluteotransferencia, busca más que un cambio estético: busca seguridad, acompañamiento y resultados reales. Como cirujano plástico certificado respaldo cada procedimiento. A lo largo de mi práctica he desarrollado una especial dedicación por la transferencia de grasa y el contorno corporal, creando protocolos específicos para optimizar el prendimiento del injerto y garantizar un posoperatorio seguro.

Todas mis cirugías se realizan en Interquirófanos, una institución acreditada por Joint Commission International (JCI), lo que asegura estándares internacionales de calidad y seguridad. Cada caso lo abordo desde una filosofía clara: máxima seguridad, precisión técnica, resultados naturales y un acompañamiento cercano antes, durante y después de la cirugía para que cada paciente se sienta completamente respaldado en su proceso.

Preguntas frecuentes sobre cómo mantener los resultados de una gluteotransferencia

¿Cuánto tiempo tarda en prender el injerto graso después de una gluteotransferencia?

El proceso de integración del injerto graso es gradual. Durante las primeras 2 a 3 semanas, la grasa inicia su conexión con la microcirculación del área receptora. Entre la semana 6 y la semana 12, la mayor parte de este tejido ya ha sobrevivido, mientras que el porcentaje que el cuerpo reabsorberá comienza a estabilizarse. A partir de los 3 meses, el volumen que ves es mucho más representativo del resultado definitivo, aunque la consolidación total puede tardar hasta 6 meses. Por eso, los cuidados iniciales son determinantes.

¿Es normal perder algo de volumen después del procedimiento?

Sí, es completamente normal. Siempre explico a mis pacientes que una parte de la grasa injertada será absorbida de manera natural por el cuerpo durante las primeras semanas. Este fenómeno es parte del proceso fisiológico del injerto. Aplicando técnicas seguras y siguiendo un posoperatorio adecuado, la porción de grasa que sobreviva será estable a largo plazo. Mantener una buena alimentación, evitar la presión y proteger la zona aumenta considerablemente la supervivencia del injerto.

¿Cuándo puedo volver a sentarme de manera normal?

Generalmente, recomiendo evitar sentarse directamente sobre los glúteos durante las primeras dos semanas. Después de ese periodo, el paciente puede comenzar a sentarse apoyando el peso sobre un cojín tipo BBL, que traslada la carga hacia los muslos. La reintroducción del contacto directo con superficies duras debe hacerse de forma progresiva y según las indicaciones de cada caso. Proteger la zona durante este periodo crítico ayuda a que la vascularización se consolide adecuadamente.

¿Qué tipo de dieta favorece el prendimiento del injerto graso?

Lo ideal es mantener una dieta balanceada, rica en proteínas, antioxidantes, grasas saludables y micronutrientes. Estos componentes contribuyen a la reparación tisular, modulan la inflamación y sostienen el metabolismo del tejido injertado. Recomiendo incorporar alimentos frescos, evitar ayunos extremos y preferir comidas completas y fraccionadas. La nutrición es una herramienta clave y directa para lograr mejores resultados después de una gluteotransferencia.

¿Qué alimentos o hábitos debo evitar en el posoperatorio?

Evita alimentos altos en azúcares, ultraprocesados, frituras, harinas refinadas y en general cualquier alimento proinflamatorio. También es importante evitar dietas restrictivas, ya que limitan los nutrientes necesarios para el prendimiento del injerto. El alcohol y el cigarrillo son especialmente perjudiciales porque aumentan la inflamación y disminuyen la oxigenación tisular. Estos hábitos pueden interferir directamente con la supervivencia del injerto, por lo que es mejor suspenderlos por completo en el posoperatorio cercano.

¿Cuándo puedo retomar el ejercicio después de una gluteotransferencia?

La actividad física se retoma de forma progresiva. Durante las primeras semanas solo se recomiendan caminatas suaves. Los ejercicios más intensos, especialmente los de alto impacto, deben evitarse durante el primer trimestre. A partir de ese momento, es posible incluir rutinas específicas para fortalecer glúteos, las cuales ayudan a complementar el volumen y mejorar el tono muscular. Siempre adaptamos el plan según la evolución y las necesidades de cada paciente.

¿Puedo dormir boca arriba durante mi recuperación?

Durante el inicio del posoperatorio, recomiendo dormir boca abajo o de lado para evitar presión directa sobre el injerto graso. Dormir boca arriba de manera prematura puede comprometer la vascularización del tejido injertado. Con el paso de las semanas, esta restricción puede flexibilizarse, siempre de forma gradual y según la evolución individual del paciente.

¿Qué sucede si pierdo peso después de la gluteotransferencia?

La grasa injertada se comporta igual que el resto de la grasa de tu cuerpo. Si disminuyes de peso de forma significativa, es probable que el volumen de los glúteos también disminuya. Por esta razón insisto en mantener un peso estable después de la cirugía. Las grandes fluctuaciones no solo alteran los resultados, sino que pueden afectar la armonía general del contorno corporal.

¿Cuándo puedo volver a trabajar después del procedimiento?

El tiempo para regresar al trabajo depende del tipo de actividad laboral. Quienes tienen labores de oficina suelen reincorporarse entre los 7 y 10 días, siempre usando un cojín especial si deben permanecer sentados. En profesiones que implican esfuerzo físico, levantamiento de peso o largos periodos de pie, el tiempo de incapacidad puede ser mayor. Lo más importante es seguir las recomendaciones personalizadas según tu caso y tu evolución.

¿Cada cuánto debo asistir a controles después de la gluteotransferencia?

El seguimiento es fundamental. Normalmente realizo controles en la primera semana, luego entre la segunda y cuarta semana, y posteriormente cada mes hasta cumplir el trimestre. Después de este periodo, las citas se espacian según la evolución del paciente. Estos controles permiten evaluar la integración del injerto, ajustar recomendaciones y asegurar que todo avance de manera segura y adecuada. El acompañamiento constante es parte esencial para obtener resultados estables y naturales.